Esta receta no tiene ningún secreto, sólo que las cabezas del cabrito sean frescas y pequeñas. Las venden en bandejas abiertas a la mitad. Nosotros sólo tendremos que quitar con el cuchillo las pieles que hayan podido quedar cerca del hocico, orejas y ojos, después meter debajo del chorro del agua y limpiar bien los restos de sangre si los hubiera.
Una vez echo esto colocamos las cabezas en una fuente de horno, con un buen chorro de aceite de oliva, y las untamos con un majado de ajos y perejil echo con antelación, le añadimos un vaso de agua, otro de vino blanco, la sal y al horno precalentado a 180-200 grados durante una hora. A la media hora las damos la vuelta y durante el asado mojamos frecuentemente por encima con el jugo. Si vemos que nos falta añadiremos vino blanco y agua a partes iguales.
Las cabezas tienen que quedar doraditas pero sin quemarse y con un par de ellas por persona comemos de maravilla.
Una vez echo esto colocamos las cabezas en una fuente de horno, con un buen chorro de aceite de oliva, y las untamos con un majado de ajos y perejil echo con antelación, le añadimos un vaso de agua, otro de vino blanco, la sal y al horno precalentado a 180-200 grados durante una hora. A la media hora las damos la vuelta y durante el asado mojamos frecuentemente por encima con el jugo. Si vemos que nos falta añadiremos vino blanco y agua a partes iguales.
Las cabezas tienen que quedar doraditas pero sin quemarse y con un par de ellas por persona comemos de maravilla.
1 comentario:
Y no sabes de tu etapa canaria recetas como pata asada, papas arrugadas, mojo picón, pella gofio...y tantas otras...
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